Aplicaciones y Juegos: Spider Man 2

miércoles, 28 de enero de 2009

Spider Man 2

UNA ARAÑA EN LA GRAN MANZANA

Spider-man es, posiblemente, uno de los superhéroes más populares del mundo del cómic. Su silueta recortada frente al Skyline de Nueva York es ya todo un ícono cultural y su padre, Stan Lee, debe estar orgulloso de hasta donde ha llegado su arácnida creación.

Historia

En principio el juego sigue el mismo hilo argumental de la película. Pero pronto nos daremos cuenta de que esto no es más que una mera excusa y que la trama difiere sustancialmente de lo que nos cuenta el film de Raimi.
Nada más empezar tendremos la oportunidad de comprobarlo, enfrentándonos con Rhino, un villano habitual de los cómics, pero que no aparece en la película en ningún momento. Éste sólo es el primero de los “cameos” (aparición de una persona o un material conocido en una película) que algunos malos realizan en Spiderman 2, en ocasiones con terribles consecuencias para el bueno de Peter. Misterio o Puma también pasearán sus pérfidas intenciones por nuestra pantalla.
Se agradecen las estrellas invitadas, pero no tardaremos en darnos cuenta de que el argumento no es más que una pobre excusa para dar rienda suelta a la acción, y que salvar a Tía May o perseguir a los secuestradores de Mary Jane no nos hará avanzar más en la historia, porque simplemente ésta es casi inexistente.

Gráficos

Gráficamente Spider-man 2 es un juego simplemente correcto. No se trata de ninguna virguería diseñada para marcar una nueva generación.
Pero posee una gran ventaja, teniendo en cuenta la naturaleza del juego: funciona con fluidez sin necesidad de tener el último modelo de PC del mercado. Y es que últimamente nos están llegando magníficos juegos, con una calidad gráfica extraordinaria pero que olvidan incorporar entre sus opciones de vídeo configuraciones más modestas para el común de los mortales.
Ojo, no estoy diciendo el juego sea gráficamente nefasto, porque ni por asomo lo es. Además y en defensa del motor gráfico, tengo que decir que el juego se mueve con gran fluidez, presentando la ciudad de Nueva York desde una perspectiva que pocas veces podemos disfrutar en un juego.
Y también sale muy bien parado el uso de la cámara (fija), que pese a la complejidad que supone en un juego en el que el protagonista no pocas veces acabará literalmente pegado al techo, no suele dejarnos indefensos prácticamente nunca. Sólo en un par de ocasiones los ángulos mostrados no me permitían ver por dónde estaban poniendo al bueno de Spiderman como el Rosario de la aurora.

No son tan dignas de elogio, sin embargo, las secuencias cinemáticas. Son prerrenderizadas y no, precisamente, con demasiada calidad. Además, las secuencias no son ni demasiado espectaculares ni transmiten una gran intensidad dramática precisamente. Pero al menos nos guían a lo largo de la (pobre) trama del juego.

Sonido

El sonido tampoco brilla especialmente por su calidad. Simplemente cumple: aunque la música es prácticamente inexistente durante el desarrollo del juego, los efectos de sonido está bien y destilan cierto aire “cartoon” y el doblaje cuenta con las voces de los actores de film.
Tampoco es digna de elogio la ambientación sonora de las calles de la que pasa por ser en la vida real una de las urbes más ruidosas del planeta. La falta de sonidos, al principio inquieta y después de un rato decididamente aburre.

Jugabilidad

Spider-man 2 se deja jugar. Y eso es bastante más de lo que se puede decir sobre muchos títulos. El sistema de juego es más simple que el de su predecesor, lo que es de agradecer.
Con un gamepad dotado de stick analógico los controles responden a la perfección y Spidey se mueve por la pantalla con armoniosa fluidez. Si no, tendremos que conformarnos con el uso conjunto del ratón y teclado. Como ya es habitual en la mayoría de juegos de acción en tercera persona, con el ratón manejaremos la orientación del personaje y con el botón del mismo el comando de acción. Con el teclado nos moveremos en las ocho direcciones posibles, saltaremos y esquivaremos (si podemos) los golpes.
El comando de acción responderá de manera distinta según la situación. Si estamos apuntando a una pared disparemos una telaraña. Del mismo modo, si apuntamos a un rival podremos inmovilizarlo, dejarlo sin poder ver o le arrebataremos su arma, siempre dependiendo de donde estemos apuntando en cada momento. Y si estamos cerca de algún villano, le golpearemos.
Cogerle “el tranquillo” es sencillo. Quizás demasiado. Porque si de algo adolece este título es de repetir las mismas fórmulas hasta la saciedad. Todo consiste en llegar a una localización, golpear a los esbirros y llegar al supervillano a tiempo de darle una buena golpiza. Pero el sistema de combates es una sucesión de “agacharse-golpear-agacharse…” que en ocasiones se hace interminable. Es demasiado mecánico, repetitivo y sin puzzles o sidequest con la suficiente entidad como para romper la linealidad que padece.
Además es una tela de araña muy bien tejida, ya que ni siquiera podremos abandonar el área donde se desarrolla el capítulo al que estamos jugando, por lo que nos está vedado darnos un garbeo por Manhattan en busca de aventuras.

Concluyendo

Spider-man 2 es un juego que ha mejorado notablemente algunos defectos de la anterior entrega, pero que no se desmarca lo suficiente de la senda marcada por su predecesor como para innovar sustancialmente en algo.
¿Esto qué quiere decir? Pues que si disfrutaste del primero, éste te va a gustar. Pero si el primero te pareció demasiado lineal, Spider-man 2 te dejará exactamente la misma sensación.
No es mal juego, pero podría haber sido muchísimo mejor. Bastaba que hubiese adoptado el mismo sistema de juego que las versiones para consola, donde el juego ha evolucionado hacia títulos del estilo de GTA, dejando al jugador mucha más libertad de movimientos.
En definitiva, es un juego bastante decente para los que buscan acción sin demasiados quebraderos de cabeza. Pero para los demás jugones es un juego un tanto incompleto, sin puzzles que te hagan pensar, ni auténticos retos de habilidad de los que te borran las huellas dactilares de los pulgares.